Sinceramente Gonzalo no sé cuál es la mejor manera de aprender a sumar. Lo que sí que tengo claro es que, usando el mecanismo que usemos -sean ositos de gominola, azucarillos o avellanas-, va a tocar repetir el proceso hasta que quede claro a nuestros alumnos.
Por cierto, muchísimas gracias por el enlace.
Un saludo de vuelta y espero seguir viéndote comentar. Siempre serás bienvenido.